Federico Campbell le dio voz a otros: Margo Glantz

16 de Febrero de 2015

Federico Campbell le dio voz a otros: Margo Glantz

A quien consideró que “la literatura era una preparación para la muerte” y se distinguió por poseer una gran cantidad de amigos; al ensayista, periodista y narrador Federico Campbell se le rindió un homenaje en el primer aniversario de su muerte, la tarde del domingo 15 de febrero en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Estuvo presente su familia: su compañera de vida, Carmen Gaitán, y sus hijas, así como sus amigos y lectores. Tres de estos últimos: Margo Glantz, Ranulfo Romo y Juan Villoro, lo recordaron frente al micrófono.

Margo Glantz hizo una crónica de los temas que preocuparon al tijuanense. A la par que destacó su voz de narrador, la escritora resaltó la capacidad que tuvo Campbell para darle voz a otros, principalmente a través de sus entrevistas: “Esa conciencia de invisibilidad que proviene de su labor periodística fue, es y será la que le deje un lugar en las letras mexicanas contemporáneas”.

Entre los temas que distinguió Glantz en la obra de Campbell, a la cual calificó de “eminentemente autobiográfica”, fueron su tierra natal, Tijuana, y con ella su familia; su preocupación por la “desaparición o la invisibilidad”, su padre biológico y los literarios, además de la violencia y la memoria.

El neurocientífico mexicano Ranulfo Romo habló del profundo interés de Campbell por el funcionamiento del cerebro, el cual los llevó a entablar una larga amistad: ”Él estaba obsesionado por entender cómo y de dónde proviene nuestra capacidad para la memoria, la imaginación y la invención”.

A través de una entrevista imaginaria al desaparecido escritor, Romo destacó la curiosidad que Campbell tenía por el tema, lo cual lo llevó a convertirse en un “neurocientífico independiente”, avezado en temas como los procesos cerebrales detrás de la toma de decisiones.

Juan Villoro recordó la oportunidad que ofreció el autor tijuanense a muchos jóvenes escritores de publicar por primera vez: “¿Qué hizo Federico Campbell cuando tuvo el mejor de sus sueldos?: dedicar la mitad de su salario a promoverlos.

“Es un gesto absolutamente único en la historia de la literatura mexicana. En Máquina de Escribir, editorial fundada por Campbell, nos dio oportunidad a muchos jóvenes que jamás habíamos publicado de presentar nuestras primeras obras, como a David Huerta, Evodio Escalante y Coral Bracho, entre otros que hoy son definitivos en el paisaje literario mexicano. Además fue el primer escritor en incorporar a Tijuana como territorio de la literatura mexicana”, hoy muy en boga, refirió.