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5 de Diciembre de 2014
Lo que inicialmente inició como un proyecto de investigación para el desarrollo de un anticonceptivo masculino entre la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECITI) del Distrito Federal y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), derivó en la creación del Laboratorio Nacional de Canalopatías, único en Latinoamérica.
A un 95% de su capacidad instalada, el laboratorio, ubicado en el Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, se inauguró y presentó hoy a los medios de comunicación y autoridades universitarias, entre las que figuraron Marcia Hiriart, directora del IFC, Carlos Árámburo, coordinador de Investigación Científica de la UNAM, y René Drucker, titular de la SECITI del DF.
El proyecto semilla que dio lugar a este laboratorio de vanguardia con tres años de vigencia, lleva un año de haberse echado andar y tiene el objetivo de encontrar un compuesto –en particular se trabaja con toxinas- que bloque o inhiba de manera temporal alguna función fundamental del espermatozoide, como su movilidad, con la finalidad de evitar la fecundación del óvulo. Este trabajo está liderado por los doctores Arturo Picones -quien estará a cargo del nuevo laboratorio-, Arturo Hernández, ambos adscritos al IFC, y Alberto Darszon, del Instituto de Biotecnología, también de la UNAM.
“Afortunadamente conforme se fue desarrollando este proyecto se vio la posibilidad de crear un laboratorio que estuviera enfocado a estudiar las canalopatías, enfermedades relacionadas con alteraciones en el intercambio de iones entre el exterior y el interior de la células”, indicó René Drucker, quien aseguró que, a través del SECITI, se tratará de seguir apoyando económicamente al equipamiento del nuevo laboratorio para que siempre funcione en condiciones óptimas. La secretaría a su cargo auspició el proyecto inicial con 20 millones de pesos.