Asociación Nacional de Universidades
e Instituciones de Educación Superior
Al servicio y fortalecimiento de la educación superior.
10 de Abril de 2007
Frente a la hegemonía del neoliberalismo que orienta a la sociedad hacia la rentabilidad, ganancia y consumismo, y en un México con una creciente dificultad de gobernabilidad y debilitamiento del Estado de derecho, la Universidad Iberoamericana (UIA) se ha empeñado en que la formación de sus alumnos sea responsable y sensible hacia todo lo humano, para construir un mundo de justicia, paz, honestidad, solidaridad y sobriedad.
Así se pronunció el Rector de la UIA, doctor José Morales Orozco, en la conferencia “Responsabilidad social de los universitarios”, que forma parte de la Semana de Responsabilidad Social y Medio Ambiente, “Ibero hoy por México”, organizada por la Comisión de Presidentes y Sociedades de Alumnos (Copsa), donde también tomó parte la ingeniero Hilda Catalina Cruz, vicerrectora de Desarrollo Social del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.
Al expresar reflexiones personales, el doctor Morales Orozco dijo que la responsabilidad social debe superar la filantropía interesada –que busca promover y posicionar instituciones en una situación de competencia e ir más allá de una donación caritativa, que no tienen nada que ver con las actividades universitarias sustantivas.
La responsabilidad social es un elemento integral y esencial de la misión y visión de la UIA, que forma profesionales e investigadores con calidad humana y académica, comprometidos con el servicio sobre todo a los más necesitados, que difunde el conocimiento para lograr una sociedad libre, justa, solidaria y productiva; y con investigaciones que respondan a las necesidades prioritarias de México, como el combate a la pobreza y el desarrollo de la educación.
El Rector abundó que muchas veces la actividad ciudadana se reduce al voto, y las decisiones trascendentes se toman casi siempre sin ningún control de parte de los ciudadanos, reducidos a ser consumidores de servicios y productos públicos y privados, sin tener el poder de ejercer su actividad ciudadana, aquella que implicaría tener formación, información, capacidad de juicio, diálogo, razonamiento, decisión y muchas veces militancia.