Rectora de UNICACH presentó su IV Informe de Actividades

13 de Febrero de 2006

“En una universidad pública de apoyo solidario como la UNICACH, es tiempo de hablar en positivo y brindar alternativas de solución para hacer llegar los elementos que todavía nos hacen falta, para esto se requiere mayor compromiso, dedicación y trabajo”. Con estas palabras, la doctora María Elena Tovar González, rindió su IV Informe de Actividades 2005, ante los órganos de gobierno que rigen la vida interna de la institución.
Al dar cumplimiento a este mandato, Tovar González se convirtió en la primera mujer rectora en Chiapas en concluir el plazo establecido por la Ley Orgánica, a diez años de su creación y cinco de su autonomía.
Durante su exposición del trabajo realizado en 2005 y los resultados obtenidos en los últimos cuatro años, Tovar González señaló que la UNICACH es ahora motivo de orgullo por el arduo trabajo desempeñado por directivos, directores de escuelas y coordinadores de las sedes regionales, quienes a su vez, apoyados en su personal y cuerpo docente, hicieron posible que en este periodo se consolidara el crecimiento y reconocimiento en los ámbitos estatal, federal e internacional.
El logro más significativo ha sido el plan rector de construcción de Ciudad Universitaria, proyecto con el que a través de exitosas gestiones con autoridades educativas estatales y federales ha cubierto necesidades de las escuelas de Biología, Nutrición, Odontología, Topografía e Ingeniería Ambiental, brindado espacios dignos y modernos a la comunidad unicachense. “Es la más importante inversión de este sexenio en materia de educación superior en Chiapas, con un monto superior a los 100 millones de pesos, por reconocemos al gobernador Pablo Salazar Mendiguchía por el interés mostrado y su gran apoyo financiero a la infraestructura universitaria.
De igual manera hizo un amplio reconocimiento al gobierno federal, en particular a la Secretaría de Educación Pública (SEP) por su respectiva aportación, con el cual, dijo, “nuestro anhelo no sería hoy una realidad”.
En su emotivo discurso mencionó que hoy la UNICACH vive una nueva realidad, alejada del rezago, con reconocimiento y premiada por sus alcances, participación e incidencia en la sociedad, así como con amplias oportunidades para continuar su crecimiento en materia de calidad académica y con mayores oportunidades para estudiantes y docentes de todos los programas educativos.
En este mismo tenor hizo un recuento por los primeros años de gestión, en los que se propuso cambiar la imagen negativa de la universidad, señalada como conflictiva, por una institución con carreras pertinentes a las necesidades del estado, con fortalezas poco conocidas que bien merecían difundirse, tanto a nivel local como nacional.
En materia tecnológica y de servicios, Tovar González mencionó la revisión de los planes educativos, la actualización de la infraestructura orgánica y la modernización del equipamiento y sistemas informáticos, permitiendo contar con redes electrónicas, ampliar 64 veces más el servicio de internet y la consolidación en 2005 del Sistema Integral de Información Administrativa (SIIA), que por primera vez en la universidad conjunta los rubros de presupuesto, finanzas, control escolar y recursos humanos, permitiendo agilizar en minutos acciones como la inscripción en línea, pagos de colegiaturas, llenado de formatos que han beneficiado a la práctica docente y alumnos, quienes ya no realizan largas y demoradas colas para trámites.
Además de estos logros, María Elena Tovar reconoció la confianza y credibilidad en el proyecto universitario, que derivó en apoyo por parte de universidades hermanas, así como de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, A. C. (CENEVAL), entre otros, a quienes se les participó de las circunstancias del rezago y del potencial unicachense no aprovechado y, comprendiendo el contexto, brindaron cursos, seminarios y talleres para docentes y administrativos.
Otro de los logros que cambiaron el rostro de la UNICACH fue la dinámica de ordenamiento que permitió hacer justicia con el reconocimiento de la antigüedad al personal administrativo y docente y dar paso al nuevo Reglamento de Ingreso, Permanencia y Promoción del Personal Académico de la Universidad (RIPPPA), aprobado por el H. Consejo Universitario en noviembre de 2005, y su consecuente proceso de homologación.
“Es precisamente en los avances académicos, como centro de educación superior, donde radica nuestra mayor fortaleza. La integración, defensa y aprobación de los proyectos académicos y administrativos SEP-PIFI, que los rectores anualmente debemos presentar ante los evaluadores a nivel nacional, trajo como consecuencia importante financiamiento para adquirir equipos y materiales especializados, además de recursos económicos para impulsar el trabajo de docentes e investigadores”, precisó.
De esta manera, anunció ante el público asistente que como resultado del reconocimiento otorgado por la SEP ante la claridad y pertinencia de los programas educativos y por la integración institucional de los proyectos académicos y administrativos, presentados en el PIFI 2005, todos los programas de licenciatura contarán con recursos federales para ejercerlos durante 2006. Todo ello posible gracias al interés del Subsecretario de Educación Superior, Julio Rubio Oca, quien se ha mostrado atento para apoyar a la UNICACH, como institución de apoyo solidario.
Por último recordó que en 2005 la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas fue sede de eventos importantes a nivel nacional e internacional, como fue el Coloquio Internacional de Migraciones y Fronteras, la Feria de Seguridad Alimentaria y Nutricional, el seminario nacional “La Mujer como Agente de Cambio para el Humanismo y la Paz” y el encuentro de rectores de las universidades públicas y privadas, afiliados a la ANUIES.