Asociación Nacional de Universidades
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13 de Febrero de 2014
La premio “Nobel” de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, aseveró: “Si enfocamos nuestro trabajo a prevenir la discriminación, creo que nos va a salir mejor la vida”, lo anterior durante su “Mensaje de paz para un mundo global sin discriminación social”, dado en el paraninfo “Enrique Díaz de León” de la Universidad de Guadalajara (UdeG), donde convocó a la sociedad a tener conciencia propia: “Quién soy y a dónde voy”.
El tema de paz que nos han inculcado, dijo, es la valoración de conflictos y la violencia. Antes había mucha conciencia para decir “no a las armas”, ahora “la juventud no sabe lo que pasa, porque es más fácil ver una guerra ficticia en la televisión que imaginar una guerra real, entonces, la gente ya no ve seres humanos ultrajados, sino una película de pinturas”.
Menchú planteó que al ver un indígena debemos encontrar sus grandes fortalezas, enseñanzas y cualidades. Lamentó que en muchos sitios, para los pueblos originarios “está demarcado el territorio, y también el sentimiento, el pensamiento y la posibilidad de coexistir”; por lo que aseveró: “Vamos a tener que luchar mucho para poder hacer un replanteamiento de nuestras relaciones con los pueblos originarios e indígenas”.
La fundadora de la Iniciativa indígena por la paz, originaria de Guatemala y embajadora de buena voluntad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, destacó que es un gran honor regresar a la UdeG, la cual le otorgó el doctorado Honoris Causa en 1993 y manifestó que le ha tocado “vivir una profunda memoria colectiva”, en la cual “nos leemos todos”. Ante jóvenes, académicos y público en general habló de los principios que le inculcaron sus ancestros mayas: el respeto, la gratitud, la complementariedad, la concentración y la conciencia.