Rosa y Fidencio Castillo. De La Esmeralda a la Alameda, en el Museo Casa Estudio Diego Rivera

2 de Diciembre de 2014

Rosa y Fidencio Castillo. De La Esmeralda a la Alameda, en el Museo Casa Estudio Diego Rivera

En continuidad con la línea de revisión histórica y estética de escultura que ha propuesto desde hace 11 años el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, el recinto albergará la exposición Rosa y Fidencio Castillo. De La Esmeralda a la Alameda, que integra 73 esculturas y nueve dibujos de los hermanos de sangre y cincel Rosa (1910-1989) y Fidencio Castillo Santiago (1907-1993), nacidos en Jalisco.

Cada uno desarrolló su propio estilo artístico dentro de la llamada Escuela Mexicana de Escultura, con aptitudes que los colocan como grandes maestros de creatividad, disciplina y esfuerzo en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

La muestra, organizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el INBA y el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, en colaboración con 20 coleccionistas, el Instituto Cultural Cabañas, el Museo de Arte Moderno y el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, permanecerá abierta al público del 4 de diciembre de 2014 al 5 de abril de 2015, de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.

Para comprender de una mejor manera el discurso artístico de la exposición, la curadora de la misma, la maestra María Estela Duarte Sánchez, la dividió en cuatro núcleos: La Esmeralda, como institución formativa, conformado por fotografías y notas periodísticas de época; Fidencio Castillo y Rosa Castillo, revisión retrospectiva de cada uno de los creadores, y La Alameda, síntesis dedicada a dos exhibiciones que marcaron un parteaguas en la escultura mexicana, presentadas en la Alameda Central y en Las Pérgolas, galería del Departamento del Distrito Federal de la Ciudad de México, a mediados del siglo pasado. En la primera, de 1960, titulada Exposición de escultura mexicana contemporánea, destacó Fidencio con mención honorífica, y en la segunda, de 1962, llamada Primera Bienal Nacional de Escultura. Escultura libre y escultura integrada a la arquitectura, la pieza de Rosa obtuvo el premio de adquisición.