Avanza el proyecto de la UAM para restaurar la Laguna La Piedad

22 de Septiembre de 2025

Avanza el proyecto de la UAM para restaurar la Laguna La Piedad

La doctora Fabiola Sosa Rodríguez informó que se pretende construir un parque lineal biofiltrante con un sistema de humedales flotantes

Su rescate no ha sido un gesto ambiental aislado sino un acto de justicia social: rectora de la Unidad Azcapotzalco

El propósito es que se vuelva una nueva fuente sostenible para atender el requerimiento hídrico de millones de personas

María Teresa Cedillo Nolasco

Uno de los proyectos que se desarrollarán en el marco de la recuperación de la Laguna La Piedad es la construcción de un sistema de humedales para contribuir a la generación de líquido potable, como una fuente alternativa valiosa para la región, sostuvo la doctora Fabiola Sosa Rodríguez, jefa del Área de Investigación en Crecimiento y Medio Ambiente de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y responsable del proyecto de restauración de dicho cuerpo de agua, ubicado en Cuautitlán Izcalli.

Durante el Segundo Coloquio de Presentación de Recursos del Proyecto UAM-EPIC-Rescate de la laguna La Piedad, celebrado en la Unidad Azcapotzalco, la investigadora del Departamento de Economía expuso que algunos resultados de los trabajos de análisis de la calidad del agua muestran la presencia de trazas de metales pesados que indican contaminación industrial, proveniente de la presa del Lago de Guadalupe, a la que llegan descargas de los municipios de Atizapán y Nicolás Romero.

La idea “es construir este parque lineal biofiltrante con un sistema de humedales que funcionan por gravedad y un sistema de humedales flotantes que serían como chinampas que permitan actividades productivas, porque no solo estamos buscando contribuir a generar agua potable como una fuente alternativa valiosa para la región, sino también avanzar en el monitoreo de la eficiencia de las soluciones basadas en la naturaleza”.

La especialista en gestión, gobernanza y políticas del agua precisó que los humedales construidos mediante procesos de oxidación avanzada pueden proporcionar el recurso a 1.2 millones de personas, tratando un metro cúbico por segundo.

Señaló que actualmente “existe la creencia de que estas soluciones basadas en la naturaleza nos van a resolver todos los problemas”, pero la realidad es que es necesario determinar de manera robusta si estas intervenciones es factible remover distintos tipos de contaminantes emergentes o trazas de metales para que estos cuerpos de agua puedan ser una fuente alternativa efectiva.

“Sabemos que pueden remover contaminantes resultado de las descargas de aguas residuales domésticas, pero tendríamos que poder validar que efectivamente pueden ayudarnos a remover otro tipo de contaminantes, y esta es una discusión de frontera a nivel mundial”

El propósito de estas iniciativas es que la laguna se vuelva una nueva fuente sostenible para atender el requerimiento de millones de personas, porque a pesar de que Cuautitlán Izcalli tiene muchos cuerpos hídricos, desafortunadamente varias colonias carecen del acceso por la falta de infraestructura.

Dijo que llevados a un proceso de tratamiento adecuado estos embalses pueden convertirse en una alternativa que no solo atienda los requerimientos de los izcallenses, sino también de municipios vecinos como Tepotzotlán y Ecatepec.

Pero agregó que además de impulsar las estrategias para eliminar contaminantes es necesario generar otras para tener un espacio productivo en el que se desarrollen distintas actividades económicas.

Se busca, por ejemplo, reintroducir prácticas agroecológicas tradicionales: crear invernaderos para la propagación de plantas acuáticas y de ornato; chinampas, para mejorar la conectividad biológica, la calidad del agua y apoyar la sostenibilidad.

Otras actividades económicas que se van a impulsar son el cultivo de flores, la pesca sostenible y el ecoturismo, con el fin de que la conservación de la laguna sea un motor de desarrollo económico en la zona.

Por otra parte, destacó que entre los hallazgos de la investigación que se han realizado en nueve años destaca la documentación de mil 500 especies de plantas y animales, con énfasis en la resiliencia de los ecosistemas; se recuperaron, por ejemplo, los rizomas de Nymphaea gracil, planta acuática considerada extinta, para su reproducción y reintroducción.

Además, se registraron mil 490 especies de plantas y animales, entre ellas 606 insectos, 462 plantas, 172 aves, siete anfibios y una especie de peces.

En ese periodo más de 700 alumnos de 12 licenciaturas y tres posgrados se han involucrado en actividades como la presentación de proyectos arquitectónicos, la colecta y análisis de muestras de agua, la recopilación de datos cualitativos sobre impactos en la salud, especies presentes, actividades económicas en el lugar, además de la producción y posproducción de videos y audiovisuales sobre las condiciones de contaminación y avances del proyecto.

Por su parte, la doctora Yadira Zavala Osorio, rectora de la sede Azcapotzalco de la UAM, sostuvo que la Laguna La Piedad es mucho más que un cuerpo de agua; “es memoria viva y es patrimonio natural”.

Advirtió que desde hace décadas sufre un deterioro alarmante por descargas sin tratamiento, acumulación de basura, pérdida de biodiversidad, y cuando un ecosistema se degrada, no es solo la naturaleza la que pierde, lo resiente la salud, la economía y la vida cotidiana de miles de personas, por lo que “su rescate no ha sido un gesto ambiental aislado, sino un acto de justicia social”.

Dijo que la Institución tuvo el privilegio de tener y proponer este proyecto piloto en México para implementar el modelo EPIC (Educational Partnerships for Innovation in Communities), consorcio multilateral que propone unir las aulas con los retos reales del territorio, “y aquí el aprendizaje se convirtió en acción, porque fue un diálogo interdisciplinario real, en el que cada parte enriqueció a la otra y todo ha sido con todo el ímpetu y la pasión que eso merece”.

El corazón de este trabajo ha sido el alumnado, pues más de 700 jóvenes visitaron el sitio, aplicaron lo aprendido y, sobre todo, comprendieron que la formación universitaria también es un compromiso con la sociedad, que en este caso beneficiará, manera directa o indirecta, a más de 130 mil personas.

Refirió que este modelo es replicable, “y puede y debe aplicarse a otras cuencas, a zonas urbanas degradadas, a comunidades en riesgo, puesto que la universidad pública tiene la capacidad, el conocimiento y el compromiso para liderar este tipo de proyectos”.

El presidente municipal de Cuautitlán Izcalli, Daniel Serrano Palacios, expuso que este cuerpo de agua se encuentra seriamente contaminado por descargas residuales, lo que lo pone en riesgo y a su biodiversidad existente, por lo que el gobierno municipal ha emprendido acciones firmes para su rescate, conservación y protección.

Hoy, esta laguna “forma parte de un Área Natural Protegida bajo el resguardo estatal y su programa de manejo establece claramente qué actividades están permitidas y cuáles están restringidas y nuestra responsabilidad es garantizar su cumplimiento”.

La recuperación y el saneamiento de los cuerpos de agua son claves para garantizar el derecho humano al agua, “porque cuidar el agua no solo es un tema ambiental, es también una apuesta por la justicia social, la salud y el futuro”, recalcó.