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9 de Octubre de 2024
9 de octubre de 2024
• A 50 años de su creación, el Departamento de la Unidad Iztapalapa se consolida como un referente de esta disciplina en México
• Entre sus áreas de investigación destacan el desarrollo de nuevos materiales, la producción de energías limpias y el saneamiento del agua
Ángela Anzo Escobar
El Departamento de Física de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) celebró cinco décadas de trabajo, pasión y espíritu de excelencia, para seguir contribuyendo al avance científico y tecnológico de México.
Durante el evento conmemorativo por su 50 aniversario, el doctor José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de esta Universidad, refirió que el quincuagésimo aniversario de la Casa abierta al tiempo ha convocado a recuperar el impulso fundador de la Institución para revalorar los principios que le dieron vida y proyectar la forma de asumir los retos que se prevén para el futuro.
"Dada la herencia de su génesis, el rigor vuelto prestigio que ha sabido construir y consolidar, la escuela que ha forjado y su peso preponderante en la tradición UAM, el Departamento de Física emprende su propio ejercicio de reflexión, que se extenderá durante toda esta semana", señaló.
Asimismo, reconoció la labor de las fundadoras y fundadores de este departamento, a su núcleo académico altamente calificado, a sus egresadas y egresados y a sus autoridades, quienes han sabido forjar un referente de esta disciplina en el país.
"A lo largo de estos 50 años, los destinos de la División de Ciencias Básicas e Ingeniería, así como de la Unidad Iztapalapa y de la UAM en su conjunto han sido encabezados en distintos momentos por liderazgos surgidos del distinguido Departamento de Física, con cinco directores, cuatro rectores de Unidad y cuatro rectores generales", detalló.
En tanto, la doctora Verónica Medina Bañuelos, rectora de la Unidad Iztapalapa, refirió que desde su fundación, originalmente creado como el Departamento de Física y Química en 1974 fue fundamental para consolidar un proyecto que buscó echar a andar un modelo innovador y diferente al de otras instituciones de educación superior en el país.
“Fue pieza clave para anclar este modelo fundacional que consistía en una estructura departamental que vinculaba fuertemente la docencia con la investigación, por lo mismo, resultó crucial convocar a investigadores consolidados que respondieran a las necesidades formativas que en ese momento se presentaban”, explicó.
Medina Bañuelos añadió que la consolidación del Departamento de Física es indudable y su núcleo académico fue construyéndose gracias a las investigaciones y proyectos de la planta docente de las licenciaturas en Física, en Ciencias Atmosféricas, la especialidad en Física Médica Clínica y la Maestría y el Doctorado en Ciencias.
Al respecto, el doctor Román Linares Romero, director de la División de Ciencias Básicas e Ingeniería (DCBI), subrayó que con cinco décadas de existencia, este órgano ha sido un pilar de la comunidad académica y ha marcado profundamente la formación de científicos y la construcción de conocimiento.
Mirar atrás es un ejercicio necesario, tanto para celebrar lo logrado, como para reconocer el camino recorrido, el esfuerzo y la dedicación que han hecho del Departamento de Física lo que es ahora. “Desde sus inicios ha sido fuente de inspiración y rigor, contribuyendo no sólo a la formación de profesionales de alto nivel, sino a la expansión de la frontera del conocimiento en áreas fundamentales”.
Finalmente, indicó que las diferentes áreas académicas que integran este Departamento son un referente en su campo de estudio, con líneas de investigación de vanguardia que representan un legado docente que sigue influyendo en múltiples disciplinas en México y otras partes del mundo.
“Estos 50 años son una muestra de que el conocimiento científico no sólo es un esfuerzo académico, es un compromiso con la sociedad, con la formación de ciudadanos críticos y con la creación de nuevas oportunidades para todas y todos. La investigación que aquí se desarrolla no sólo enriquece nuestras vidas intelectuales, sino que tiene el poder de transformar a la sociedad”.
Linares Romero afirmó que frente a un porvenir incierto y los cambios que se presentan con él, se mira al futuro con esperanza y determinación, para que este Departamento siga siendo un motor de cambio y un espacio donde “se forjen las nuevas ideas y tecnologías que se necesitan para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo”.