Gracias a quienes hicieron posible la vacunación en el campus

19 de Abril de 2021

Gracias a quienes hicieron posible la vacunación en el campus


16 de abril de 2021.

• Más de 18 mil personas mayores de 60 años recibieron la segunda dosis de la vacuna de Pfizer entre el martes 13 y el viernes 16 de abril en el ITESO.

“Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos considerados puede cambiar el mundo”, dijo Margaret Mead, antropóloga y poeta estadounidense. En cierta forma esto fue lo que hicieron integrantes de la comunidad del ITESO, voluntarios de otras universidades, personal médico de distintas instituciones, militares y colaboradores de todos los niveles de gobierno en los cuatro días que se aplicó la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19 a adultos mayores en las instalaciones de esta casa de estudios.

Para que 18 mil 72 personas mayores de 60 años recibieran la vacuna de Pfizer, entre el martes 13 y el viernes 16 de abril, fue necesaria la labor de cientos de personas antes, durante y después de las jornadas.

Personal de la Secretaría de Bienestar estuvo a cargo de la operación del centro de vacunación junto con la Secretaría de Defensa Nacional y la Guardia Nacional.

El personal médico que administró las vacunas fue del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Secretaría de Salud Jalisco, Cruz Roja, Colegio de Educación Profesional Técnica (Conalep), Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSTE). En la atención prehospitalaria participó Protección Civil y Bomberos de Tlaquepaque, la Cruz Roja y el ITESO.

El montaje de las 10 zonas de vacunación, los mil 70 metros lineales de vallas, mil 600 sillas, 4 mil 300 metros de toldos y 30 baños portátiles requirió de horas extra de trabajo del personal del ITESO, que estuvo listo al día siguiente de la instalación para ayudar en otras tareas junto con voluntarios de la universidad y de instituciones como la Universidad Panamericana (UP), Conalep, UNE, DIF Tlaquepaque, así como Seguridad Pública del ayuntamiento.

Gracias a todos ellos se consiguió superar los desafíos que representó incrementar la capacidad de atención con respecto a la primera vacunación llevada a cabo del 8 al 11 de marzo, en la que un total de 7 mil 645 personas recibieron la primera dosis del biológico.

Como en esa ocasión, en esta segunda jornada las donaciones también fueron importantes para conseguir una atención integral a los adultos mayores, por ejemplo, Electrolit donó 7 mil 850 botellas de suero para mantener hidratadas a las personas.

Atención al detalle

El lunes 12 de abril, personal del ITESO trabajó durante un turno completo más 8 horas extra para que las vallas, los toldos y las sillas de las zonas de vacunación estuvieran listas en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, su explanada y el estacionamiento libre, cuenta Armando Domínguez, integrante de la Oficina de Servicios Generales, quien en el transcurso de la semana también colaboró en la coordinación de las áreas para acomodar a las personas.

Desde antes de las 8:00 horas del martes 13 de abril, Marco Antonio Mejía y Ángel Morillón Pérez ya vestían sus trajes blancos y cargaban un cilindro que recargarían varias veces para desinfectar los asientos, barandales y otras superficies con las que estarían en contacto las más de 5 mil personas que se vacunaron en esa jornada.

“Nosotros apoyamos de 6 de la mañana a 1 de la tarde y luego nos vamos a trabajar a nuestra área”, cuenta Ángel, quien también participó en la primera semana de vacunación.

Al igual que ellos, el personal de seguridad de la universidad comenzaba a laborar desde temprano y una vez que terminaba su apoyo a la vacunación se iban a las labores normales de su área.

Esa mañana, Nora Esther Fierros y Maira Campos ofrecían gel, papel y su brazo a quien necesitaba ayuda para ingresar a uno de los sanitarios móviles que se instalaron atrás del Auditorio Pedro Arrupe, y entraban a desinfectarlo cada que se desocupaba uno.

Maira dice que le gusta estar apoyando a las personas, en especial si son de la tercera edad.

Entre la explanada del Edificio de Posgrados y la del Auditorio Pedro Arrupe, SJ, estaba Alina Benítez, ella no forma parte del ITESO pero una amiga la invitó a participar como voluntaria.

“Creo que es un deber moral echar la mano, es lo que más necesitamos ahora”, dijo Alina, quien habitualmente se dedica a la producción de eventos masivos y actualmente estudia para obtener su certificación como profesora de francés.

Ella fue una de las voluntarias que llegaban desde las 6:30 horas para orientar, hacer el registro, repartir agua y ayudar a las personas en silla de ruedas.