La importancia de la ciberseguridad en las sociedades no puede considerarse exagerada

23 de Enero de 2024

La importancia de la ciberseguridad en las sociedades no puede considerarse exagerada


• Desde la información financiera hasta la médica, la existencia digital está en constante riesgo

• Investigadora de la UAM participó en el Coloquio de Tendencias Tecnológicas en Seguridad

María Teresa Cedillo Nolasco

La banca en línea, el control de la energía eléctrica, motores de búsqueda de información, asistentes virtuales y redes sociales son ejemplos de la dependencia de los ciudadanos respecto de la tecnología cibernética y de que con ella surge la necesidad imperante de proteger los datos personales y los activos digitales, advirtió la doctora Areli Rojo Hernández, académica de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Durante el segundo Coloquio de Tendencias Tecnológicas en Seguridad, en esta ocasión con el tema de Ciberseguridad, la jefa del Departamento de Matemáticas Aplicadas y Sistemas señaló que ésta se ha convertido en un pilar fundamental para garantizar la estabilidad, la privacidad y la seguridad de individuos, empresas y gobiernos; “no se trata sólo de proteger contra ataques de virus informáticos, sino que abarca aspectos centrales de nuestras vidas cotidianas”.

Desde la información financiera hasta los registros médicos y desde la propiedad intelectual de las empresas hasta los secretos gubernamentales, “nuestra existencia digital está en constante riesgo, pues la pérdida del acceso a registros o accesos no autorizados, el robo de identidad, entre otros, pueden tener consecuencias devastadoras para la vida de las personas y el funcionamiento de las instituciones”.

La ciberseguridad desempeña un papel crucial en la confianza en la tecnología, pues si la gente no se fía en que sus datos personales están seguros en línea, es probable que se abstenga de usar estos servicios informáticos y adopten otras tecnologías, lo que podría frenar el progreso que ofrece la vertiente digital.

En el plano global, las naciones fortalecen sus defensas cibernéticas con el fin de proteger sus activos y, en ese contexto, la colaboración internacional es esencial para abordar las amenazas y garantizar un entorno virtual estable para todos; por lo tanto, invertir y trabajar en la seguridad debe ser una estrategia inteligente y necesaria.

Enfatizó que la importancia de la ciberseguridad en las sociedades no puede considerarse exagerada, cuando es un elemento crucial para preservar privacidad, confianza y, en general, la integridad en las vidas digitales.

Al inaugurar el coloquio, el maestro Octavio Mercado González, rector de la Unidad Cuajimalpa, sostuvo que la ciberseguridad, como un conocimiento que los alumnos deben tener vinculado con la toma de decisiones sobre ciertas prácticas relacionadas con el uso de cierto software y hardware, apuntala su formación académica, ya sea como tecnólogos de la información, ingenieros en computación o matemáticos.

Como usuarios de las tecnologías “tenemos otro tipo de interacciones en las que hay ciertas prácticas y límites para podernos proteger”, porque sobre todo en el uso de las redes sociales “hay muchas situaciones que pueden ser constitutivas de delitos que a veces se minimizan, pero que son declaradas por la normatividad como algo que debe ser sancionado dentro o fuera de la universidad”.

Al impartir la conferencia inaugural del coloquio, Eduardo Portillo Montalvo, oficial de la Policía Cibernética de la Ciudad de México, indicó que en la metrópoli “no hay ninguna ley que regule lo que pasa por internet”, por lo que la autoridad “trata de encuadrar el delito en algo que ya esté escrito”.

La Policía Cibernética de la Ciudad de México, adscrita a Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital, es el sitio donde deben dirigirse las denuncias de carácter cibernético, de los cuales las principales víctimas son los niños y adolescentes, “porque creen todo lo que ven en internet, así como los adultos mayores, porque ya no se relacionan mucho con la tecnología” y, por tanto, son más vulnerables.

Los delitos que se cometen con mayor frecuencia en la ciudad son el robo de identidad, la extorsión, el acoso a menores, el sexting, el ciberbullying y el fraude en diversas modalidades, que es el de mayor frecuencia con un 60 por ciento de los casos.