La UAM atiende psicológicamente a familias vulnerables de Iztapalapa

6 de Marzo de 2024

La UAM atiende psicológicamente a familias vulnerables de Iztapalapa


1 de marzo de 2024

• María Elena Sánchez Azuara y sus alumnos imparten el taller Jugando con mis emociones mamá y papá también juegan

• El próximo curso dará inicio el viernes 8 de marzo y terminará el 31 de mayo, en la Casa de las Bombas

Nallely Sánchez Rivas

Desde hace más de 25 años la doctora María Elena Sánchez Azuara trabaja junto a jóvenes estudiantes de Psicología Social y carreras afines, en apoyar a niños de todas las edades para la prevención e intervención del estrés infantil, a través de dinámicas y juegos reciben atención integral mientras fortalecen sus lazos intrafamiliares y su percepción del mundo, mejorando así su calidad de vida y la de su entorno.

Cada viernes el Centro Cultural y Académico Casa de las Bombas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) recibe entre 20 y 40 familias vulnerables de vecinos de los barrios de Iztapalapa, ellos buscan el respaldo de especialistas para mejorar la relación padres e hijos y el desarrollo individual, con el sostén de un gran número de estudiantes que realiza su servicio social.

A lo largo de la semana, los universitarios se reúnen para realizar conjuntamente las actividades del siguiente viernes, siendo éstas diseñadas de acuerdo con las necesidades de cada nuevo grupo, ya sea el de niños de 3 a 6 años, el de 7 a 11, preadolescentes de 12 a 14, adolescentes de 15 a 17 y jóvenes de 18 en adelante.

Además de un grupo especialmente dirigido a madres y padres, quienes a través del psicodrama actúan los acontecimientos relevantes de su vida en lugar de sólo hablar de ellos, así lo explicó la licenciada Astrid Saavedra, coordinadora de los grupos y egresada de Psicología Social de la Unidad Iztapalapa de la UAM.

Más que una escuela para padres, este taller profundiza en las cargas emocionales de cada uno de sus integrantes para brindar el apoyo emocional que les permita descubrir sus carencias y transformarlas en mejores hábitos de comunicación y empatía, ayudando a los niños a identificar sus emociones y ponerles nombre.

Así, este espacio promueve que los menores no sean juzgados ni etiquetados como “problema” o “con déficit de atención”, pues por el contrario se promueve el respeto de su espacio y sus emociones, alejándolos de prácticas competitivas y acercándolos a la comprensión y la unión, añadió Astrid Saavedra.

La iniciativa tuvo lugar cuando la doctora María Elena Sánchez Azuara trabajó en la clínica de la conducta con niños etiquetados como “problema” o bien con conflictos de aprendizaje y de conducta, y menores con impedimentos psicomotrices, lo que le permitió gradualmente entender que el asunto no era de índole individual sino social, por lo que continuó su labor de investigación y de intervención en el Centro de Investigación Materno Infantil CIMIGEN.

Los primeros talleres se desarrollaron con infantes muy pequeños, cuando crecieron se hizo evidente la necesidad de abrir más grupos de diferentes edades, que fueron apoyados por jóvenes de servicio social interesados en ayudar a infancias vulnerables que también pertenecían a familias con dificultades económicas y políticas, indicó en entrevista la doctora perteneciente al Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa.

Fue así que el psicodrama se convirtió en el canal y la terapia ideal para resignificar el miedo y las causas que lo originaban, lo que paulatinamente logró la prevención de condiciones de angustia, tensión y estrés, tanto en padres como en hijos.

Esta valiosa iniciativa forma parte del Programa Infancia de la UAM, que cuenta con profesores de diversas divisiones de las Unidades Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco para trabajar de manera integral e interdisciplinaria en la formación de redes de indagación y formación que permitan el seguimiento y la retroalimentación de acciones en favor de las infancias y juventudes de México.

La señora Julia Leticia Méndez Oropeza asiste desde hace diez años ininterrumpidos al taller, al respecto dijo estar muy agradecida por la calidez de cada uno de los que hacen posible las sesiones, porque en su caso le representa un espacio de acompañamiento, reflexión y nuevos saberes, los cuales no sólo transformaron para bien la relación con su hijo Ángel, sino que permitieron en él ganar confianza y mostrar seguridad y arrojo, llegando incluso a elegir la carrera de enfermería como mecanismo de acercamiento y apoyo hacia otras personas.

Alrededor de 200 familias han salido adelante gracias a la labor de este proyecto, el cual se sostiene de las aportaciones de los mismos estudiantes y de personas solidarias; sin embargo, es grande la urgencia por conseguir financiamiento o soportes institucionales, pues se requieren pinturas, papel, herramientas deportivas y diversos materiales.

En este sentido, el maestro Samuel Rosas Reyes, de la Coordinación de Vinculación Académica y Social de la UAM, indicó que este proyecto es uno de los grandes logros de impacto social que tiene la Casa abierta al tiempo, pues permite vincular el trabajo científico que se valida y se produce en las aulas y que termina por impactar benéficamente en servicio de la comunidad vecinal.

Por ello, hace un llamado a la sociedad, organizaciones en general, fundaciones e instituciones para solidarizarse con aportaciones y materiales que permitan la continuidad de este valioso taller, y en caso haber algún interesado en hacerlo, solicita iniciar una comunicación a través del Facebook COVIAS UAM-I o al correo covias_innova@xanum.uam.mx

El próximo curso dará inicio el viernes 8 de marzo y terminará el 31 de mayo. Para mayores informes sobre el mecanismo de inscripción, favor de acudir con una semana de anticipación a la Casa de las Bombas de la UAM.