Piedras de fuego en el cielo: la entrada de asteroides a la atmósfera

11 de Marzo de 2020

Piedras de fuego en el cielo: la entrada de asteroides a la atmósfera


5 de marzo de 2020.

• La Semana de la Astronomía ITESO 2020 comenzó con una conferencia a cargo de Guadalupe Cordero Tercero, investigadora de la UNAM, quien explicó cómo sucede la entrada de asteroides a la Tierra.

Un tapiz del año 1066 muestra a una piedra con rostro arrancando un pedazo del planeta. Quien hizo el tapiz, hace casi mil años, no lo supo pero estaba haciendo un retrato del cometa Halley. En unas crónicas que también datan de alrededor del año mil aparece representada la caída de un gran dragón, mientras que San Procopio es célebre por haber detenido, a finales del siglo XIII, una lluvia de fuego. Todos estos acontecimientos se apegan a la descripción que hizo un habitante de Tunguska, Siberia, a mediados de 1908 cuando aproximadamente a las ocho de la mañana hubo chiflidos, explosiones, polvo, bolas de fuego y sismos. Todas las narraciones han explicado, a su manera, el mismo fenómeno: la entrada de asteroides a la Tierra, el cual fue retomado por Guadalupe Cordero Tercero, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el arranque de la Semana de la Astronomía ITESO 2020.

La investigadora impartió la conferencia “Espectáculo de luz y sonido, la entrada de cuerpos pequeños a la atmósfera terrestre”, que estuvo centrada, precisamente, en explicar cómo es que ocurren estos fenómenos.

Tomó como punto de partida el llamado “evento de Tunguska”, sucedido el 30 de junio de 1908, cuando un objeto de 60 metros de diámetro entró a la Tierra y explotó a diez kilómetros de altura devastando los árboles en un área de dos mil 500 kilómetros cuadrados, es decir una superficie más grande que el territorio de la Ciudad de México.

Ese evento es uno de los más importantes de los que se tiene registro y uno de los más estudiados, por lo que ese día, el 30 de junio, se celebra el Día del Asteroide, dijo la académica.

Cordero explicó que un meteoroide es un cuerpo celeste que orbita en la tierra y que puede medir desde un metro; un meteoro es el fenómeno luminoso que produce un meteoroide al entrar a la Tierra, pero sólo mientras brilla, y una vez que deja de brillar se convierte en bólido; el meteorito, que la investigadora prefiere llamar “meteorita” por la raíz francesa de la palabra, es la pieza sobreviviente y que cae a la superficie terrestre y puede ser recuperable.

“A la atmósfera entran asteroides a una velocidad de entre 11 y 72 kilómetros por segundo. Todo el tiempo está cayendo material extraterrestre”, dijo la investigadora.

Para dimensionar la cantidad de energía que produce un objeto que entra a la Tierra, Cordero tomó como punto de comparación a la bomba atómica. Detalló que un objeto de diez metros de diámetro puede producir 75 kilotones, equivalentes a la explosión de cinco bombas atómicas; uno de 100 metros genera 75 megatones, es decir, cinco mil bombas atómicas; uno de un kilómetro produciría 75 mil mega tones, o el equivalente a cinco millones de bombas atómicas. Para darse una idea, se estima que el bólido que impactó en Yucatán, al que se atribuye la extinción de los dinosaurios, medía entre diez y 18 kilómetros de diámetro.

Además explicó que hay tres tipos de asteroides: los Apolo-Atón, que cruzan la órbita con la Tierra; los Amor, que no cruzan, pero sí están “cerca” —considerando que están entre una y dos veces la distancia de la Tierra a la Luna—, y los Atira.

Entre los Apolo-Atón hay 157 objetos que miden más de un kilómetro y que están en observación permanente ya que son potencialmente peligrosos para quienes habitamos el planeta, puntualizó la investigadora. Añadió que el evento de Allende, en Coahuila, ocurrido en febrero de 1969 y que dio como resultado la “meteorita” más estudiada del planeta, con una edad de 4 mil 567 millones de años, ha sido usado como referencia para calcular la edad de nuestro Sistema Solar.

También compartió sus experiencias investigando un evento ocurrido en 2010 en los estados de Puebla e Hidalgo, así como otro de 2011 en la frontera entre Zacatecas y Aguascalientes sobre el que no pudieron recabar mucha información porque al llegar a la zona donde calcularon que podrían encontrar “meteoritas”, no les permitieron el acceso porque era un territorio del crimen organizado.

La investigadora habló además de citlalin tlamina (que en náhuatl significa meteoro), que es como se ha nombrado a la Red Mexicana de Meteoros, que busca instalar una serie de estaciones para observar, registrar y estudiar la entrada de cuerpos extraterrestres a la atmósfera, y es que, dijo, “observar la órbita de estos objetos nos permite anticipar el futuro”.

Cordero compartió que actualmente hay un concurso de la NASA para buscar alternativas “no destructivas” de asteroides que permitan prevenir un impacto mayor, e hizo énfasis en la importancia de la información “para evitar que pasen cosas como esta”.

La Semana de la Astronomía ITESO 2020 se lleva a cabo del lunes 2 al viernes 6 de marzo en el campus. El programa de actividades incluye conferencias, exposiciones, talleres de astrofotografía y sesiones de observación. Se puede consultar en https://bit.ly/39jAaQ8.

La entrada es libre, sin costo, para todo el público interesado en estos temas.