El accidentado oficio de contar, según Alejandra Xanic Von Bertrab

2 de Abril de 2014

El accidentado oficio de contar, según Alejandra Xanic Von Bertrab

Alejandra Xanic Von Bertrab, ganadora del premio Pulitzer y egresada del ITESO (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente) seguido se detiene para hacer una observación humilde, casi ingenua, de las implicaciones de su trabajo. Paréntesis lingüísticos que más allá de provocar empatía —y hasta risas— en los asistentes a su conversatorio, abrieron la ventana a la intimidad del hacer periodístico.
Este oficio, en la experiencia de Xanic, está lleno de accidentes, como aquellos de la infancia que vivía con su padre cada vez que su coche destartalado se descomponía a la mitad del camino. Con todo y eso, sus dudas y las complicaciones financieras de ser freelance, recuerda que su razón para seguir en este campo es que el periodismo satisface su curiosidad, además de que le da el poder hacer visibles las cosas que sí importan.
El viernes 28 de marzo, la Primera Jornada de Periodismo y Comunicación Pública del ITESO arrancó con la charla con esta periodista que comenzó su carrera en Guadalajara como reportera en el periódico Siglo 21. En la conversación sobre periodismo de investigación que sostuvo con Iván González Vega, periodista de El Informador y profesor del ITESO, contó que ni su primer trabajo ni su emblemática contribución a los reportajes sobre las explosiones del 22 de abril 1992 estuvieron exentos de accidentes.
Fue en 2012 que Xanic y Barstow publicaron en The New York Times los artículos “Wal-Mart Hushed Up a Vast Mexican Bribery Case”, el 21 de abril, y “How Wal-Mart Used Payoffs to Get Its Way in Mexico”, el 17 de diciembre. Un alumno en el conversatorio le preguntó si se siente satisfecha con los cambios generados a partir de su publicación. “Crecí como periodista siendo consciente de que en muchos niveles no pasa nada (después de que se publica una nota)”, dijo. Pero explicó que hay niveles microscópicos; niveles como el de uno de los ancianos que protestaron en Teotihuacán muchos años atrás, el cual detonó una bomba casera dentro de uno de estos supermercados y está en la cárcel, dejando a un hijo que piensa que su padre es un loco.