Asociación Nacional de Universidades
e Instituciones de Educación Superior
Al servicio y fortalecimiento de la educación superior.
24 de Septiembre de 2014
Negada por la historia oficial, la cultura negra y sus aportaciones a la construcción de la nueva sociedad americana ha constituido en gran medida parte del crisol que hoy es América y sin la cual no podría entenderse su propia construcción. “La sociedad actual no sólo es resultado de la conquista y colonización europea, también del intercambio cultural con la raza negra”, dice la doctora Luz María Martínez Montiel, especialista en estudios afroamericanos, y quien asegura, esta es la tercera raíz cultural de América.
“En la historia, a la población indígena se la considera como el sector propietario desposeído y vencido en sus territorios naturales, mientras que al africano se le analiza como un intruso forzado a serlo, a causa de la esclavitud. Despersonalizado y cosificado, en la mayoría de los textos de historia para la educación escolar y en los museos, se le designa como ´negro´ o ´esclavo´; de ahí que se ignoren por desconocimiento, sus aportes a la cultura americana ya acumulados durante cinco siglos”, explica la investigadora en el artículo: “Afroamérica-crisol centenario”, publicado en el número 7 de la Revista CESLA, en 2005.
Desde esta perspectiva, Martínez Montiel sostiene que se puede afirmar que la configuración de lo que es hoy América, no se debe sólo a la transformación de sus raíces indias por la acción europea colonizadora, sino también deben incluirse los injertos de africanía que se arraigaron en la población desde los primeros años de su mestizaje, ya que entre 1492 y 1890, la presencia africana en América fue mucho mayor que la europea y en ciertas regiones como el Caribe, mayor que la población aborigen a la cual sustituyó. Por lo que el mestizaje se consumó, fundamentalmente, entre indios y negros, indica la integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.