Violencia digital y discurso de odio, retos para las universidades

6 de Noviembre de 2025

Violencia digital y discurso de odio, retos para las universidades

Especialistas de la UAM destacan la urgencia de reconocer y atender nuevas formas de agresión en entornos digitales

Teresa Cedillo Nolasco

La violencia digital vulnera derechos a través de servicios en línea y plataformas sociales, donde se manifiestan el acoso, la difamación, la extorsión y la difusión de información privada, señaló Mayde Aylin Gómez Reséndiz, estudiante de Políticas Públicas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Durante el conversatorio Violencia en las redes, que se realizó en la Unidad Lerma en el marco de la jornada 10 años de la Defensoría de los Derechos Universitarios (DDU), Gómez Reséndiz explicó que las formas de violencia han existido siempre, pero las redes las visibilizan y amplifican. Añadió que surgen nuevas expresiones como el grooming, en el que adultos buscan menores con fines sexuales, o el phishing, que involucra fraudes y robo de identidad.

Entre jóvenes, dijo, la extorsión mediante la difusión de imágenes o videos íntimos es común. De acuerdo con sus datos, en México existen cerca de 87.9 millones de usuarios mayores de 12 años en redes sociales y plataformas digitales. El 20 por ciento ha sufrido acoso y, en el caso de las mujeres, el 31 por ciento ha sido víctima de hostigamiento sexual o de la difusión no consentida de imágenes. Además, el 40 por ciento ha reportado rastreo en sus cuentas, y en más de la mitad de los casos los agresores son hombres.

Advirtió que la violencia digital se ha normalizado y que muchas personas desconocen su papel dentro de este fenómeno. Sin embargo, las consecuencias emocionales como ansiedad y depresión son reales. Propuso fortalecer la conciencia colectiva y el compromiso institucional para prevenir y atender estas agresiones.

En tanto, el doctor Arturo Sotelo Gutiérrez, defensor adjunto de la DDU e integrante de la Red de Cultura de la Paz e Instituciones Sólidas de la UAM, abordó el tema del discurso de odio. Explicó que frente a este problema existen dos posturas: una que privilegia la libertad de expresión y otra que promueve la prohibición o sanción.

Recordó que, después de la Segunda Guerra Mundial, la Suprema Corte de Estados Unidos resolvió casos como el del Ku Klux Klan y una marcha nazi en Illinois. En ambos, se optó por proteger la libertad de expresión, incluso ante manifestaciones extremas, bajo el principio de que no puede existir censura previa.

En contraste, Europa, tras el Holocausto, adoptó legislaciones que prohíben el discurso de odio. Organismos como la UNESCO, continuó, buscan superar esta dicotomía entre libertad y censura, y promueven la educación como vía para contrarrestar los mensajes de odio.

Sotelo Gutiérrez expuso que esta tarea interpela directamente a las universidades, que deben impulsar la formación continua de docentes, personal administrativo y estudiantes. Propuso desarrollar actividades culturales y educativas que fortalezcan el respeto y la convivencia, más allá de las sanciones administrativas.

La maestra Ana Carolina Robles Salvador, secretaria académica de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, destacó que la UAM ha creado instancias como la Coordinación de Bienestar Universitario y políticas para la cultura de la paz. Estas acciones permiten atender problemáticas relacionadas con la violencia, incluida la que ocurre en entornos digitales.

Subrayó que es necesario reflexionar sobre el alcance de la institución, no solo en materia de sanción, sino en su papel formativo para promover una comunidad universitaria basada en el respeto.

La jornada fue inaugurada por la doctora Alma Patricia De León Calderón, secretaria de la Unidad Lerma de la UAM, quien comentó que en diez años la Defensoría ha consolidado un espacio ético y humanista para la mediación y la resolución de conflictos. Este trabajo, agregó, fortalece la cohesión universitaria y fomenta la empatía.

Destacó que la justicia, el respeto y la solidaridad deben practicarse cotidianamente en las aulas, laboratorios y espacios comunes. Agradeció la labor de quienes han contribuido a consolidar la Defensoría y celebró que las jornadas sean una oportunidad para reafirmar el compromiso con una universidad incluyente, equitativa y libre de violencia.

La doctora Martha Walkyria Torres Falcón, titular de la Defensoría de los Derechos Universitarios, argumentó que las funciones principales de esta instancia son la defensa de los derechos universitarios y la promoción de una cultura de respeto.

Ambas tareas, puntualizó, son esenciales para construir espacios libres de discriminación. Recordó que cada integrante de la comunidad debe conocer y ejercer sus derechos de manera plena, pues solo así se consolidará una universidad comprometida con la paz y la justicia.